Radiofrecuencia,
infrarrojos, masajes, ultrasonidos, cavitación, vacumterapia, bioestimulación,
electroestimulación, ozonoterapia, mesoterapia, presoterapia, carboxiterapia,
liposocción.
¿A qué suena
todo esto? Celulitis.
Es increíble la
cantidad de técnicas que se pueden utilizar para tratar esta patología.
¿Y cuál es la
mejor? Toda esta aparatología va encaminada a tratar una o varias fases de la
celulitis.
La celulitis es
el resultado de una alteración de la circulación de la capa grasa (hipodermis).
Cada una de
estas fases agudiza las otras. Dependiendo del grado de celulitis necesitaremos
tratar solo los problemas linfáticos o la degeneración del colágeno.
Lo más
importante en este tipo de tratamientos es la continuidad. Elige aquello que
esté a tu alcance económico, tiempo y cercanía, y se constante. Hacerse un
tratamiento de choque no es tan efectivo como el mantenimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario